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Icann: Can I?

Autor original: Maria Eduarda Mattar

Seção original:

* Roberto Roggiero

Sociedad Civil y gobierno del Internet(1)


Casi de modo inadvertido para los medios tradicionales, el 28 de Junio pasado el Directorio del ICANN aprobó, durante su reunión en Bucarest, una resolución mediante la cual abrió el camino para un proceso de reforma de esta organización, el cual tiene como una de sus consecuencias inmediatas la eliminación de la posibilidad de que los usuarios del Internet elijan, mediante votación directa, a miembros del Directorio del ICANN.


El ICANN (Internet Corporation for Assigned Names and Numbers), es la entidad encargada, entre otros aspectos, de coordinar la administración de los denominados Nombres de Dominio: aquello que escribimos en un navegador para visitar un sitio Web (por ejemplo www.google.com), o la parte que va luego de la @ en una dirección de correo electrónico.


¿Que implicaciones tiene esta decisión, considerada como una de las más importantes en los cuatro años de vida del ICANN, para la sociedad civil global y para el usuario del Internet común y corriente? Revisemos primero algunos antecedentes antes de intentar responder a esa pregunta.


1. Desde su creación, hace unas pocas décadas, el Internet no ha tenido una sola entidad que posea bajo su responsabilidad el control y la administración de todos los aspectos relativos a su funcionamiento. Mas bien, estas competencias, cuando existen, han estado distribuidas entre varias instancias y organizaciones.


Tenemos, por ejemplo, organizaciones que están dedicadas a establecer de manera centralizada estándares para la publicación en el Web, tal como el Consorcio W3C, mientras que otros aspectos, como el comercio electrónico, son regulados más bien a través de legislaciones nacionales.


Por ello, la administración del Internet responde a un "gobierno distribuido", en un sentido amplio (2). Ni siquiera se trata de un Gobierno (con G mayúscula) descentralizado, pues ello implicaría que una entidad central ha delegado a otras instancias la regulación de aspectos específicos del Internet. No es el caso.


El ICANN es el intento de dar una coordinación global a algunos de los más importantes aspectos que aseguran un funcionamiento estable y continuo del Internet. Que un correo electrónico llegue a su destino, sea en la ciudad vecina o en otro continente, o que encontremos un mismo sitio Web tanto desde la computadora de nuestra casa como desde la de nuestra oficina, es gracias y en última instancia(3) , al ICANN. De ahí su importancia y papel clave en la marcha del Internet.


2. El ICANN fue creado en octubre de 1998, como una corporación sin fines de lucro, en base a la legislación del Estado de California de los Estados Unidos de América. Fue una iniciativa del Departamento de Comercio de los Estados Unidos, con la finalidad (de acuerdo al "White Paper" que fundamenta su constitución) de sacar de manos del Estado el manejo del Sistema de Nombres de Dominio (DNS) y dotarle de una estructura que refleje la realidad global del Internet. La conformación actual del ICANN ha sido el resultado de varias discusiones y negociaciones a nivel internacional, no siempre fáciles y donde se ha reflejado los diversos intereses que se han creado alrededor de la Red.


El ICANN se define a sí mismo como una entidad de coordinación técnica para los siguientes aspectos:


  • los nombres de dominios;
  • los números IP;
  • parámetros de protocolo y números de puertos; y,
  • el funcionamiento de los servidores raíz.

  • Los "números" se refieren a las denominadas direcciones IP (Internet Protocol), que por ejemplo toman una forma como 207.132.43.10. Estas direcciones IP son los identificadores de las computadoras que cumplen distintos servicios (de ahí el nombre de "servidores") en la Red. Una computadora que se encuentra en el Internet debe conocer el número IP de otra computadora remota, con el objeto de solucionar tareas tales como transmitir un mensaje de correo electrónico, o encontrar una página Web.


    Para facilitar y volver mas amigable la identificación de estas computadoras se asignaron "nombres" a los "números". De esta manera, por ejemplo el "número" 64.46.92.125 corresponde a una computadora cuyo "nombre" es www.ecuanex.net.ec. A estos nombres también se los llama "nombres de dominio", y al sistema que hace posible la transformación de "nombres" a "números" (y viceversa) se le denomina Servicio de Nombres de Dominio (Domain Name Service - DNS).


    Todo esto, en principio bastante específico y complejo, da la idea de que el ámbito de acción del ICANN es exclusivamente técnico. Sin embargo hay varias cuestiones que no se limitan estrictamente a ese ámbito. Podemos citar al menos dos de ellas:



  • Cuando hacia mediados de la década de los 90 se produjo la comercialización del Internet, muchas empresas reclamaron el uso de los nombres de dominio como parte de sus marcas registradas. El ICANN ha establecido un sistema de resolución de los conflictos que se pueden presentar en estos casos (el Domain Name Dispute Resolution - UDRP).



  • Las empresas que registran los nombres de dominio en el Internet (bajo acuerdo con el ICANN), mantienen una base de datos (denominada "Whois"), con información sobre quién ha registrado los dominios. Qué de la información contenida en esta base de datos debe ser pública, también ha sido motivo de discusión y debate.


  • Estos dos ejemplos nos dan una idea de que las decisiones del ICANN (o las consecuencias de las mismas), no caen exclusivamente en el campo técnico, sino que afectan a otros ámbitos como la propiedad intelectual, la privacidad, etc.


    Pero quizás la principal consideración que hay que tomar en cuenta es el hecho de que el Internet es ante todo un fenómeno social más que un asunto meramente tecnológico, como suele ser a veces presentado y aceptado. En efecto, el Internet debe ser entendido como un sistema de relaciones sociales que se sustenta en una compleja plataforma técnica. Por lo tanto, el ICANN al coordinar y regular aspectos claves del funcionamiento del Internet, tiene implicaciones que van más allá de lo técnico e influye en los usos y aplicaciones sociales de la Red.


    3. Se esperaría que una organización cuyo papel es el de coordinar el Internet a nivel Global, tenga una estructura que responda a ese desafío, es decir donde el conjunto del Internet se encuentre representado. Aunque ese es uno de los principios que se establecen tanto en el "White Paper"(4) como en los Estatutos (Bylaws) del ICANN, es quizás uno de los puntos con los cuales el ICANN ha encontrado mayores dificultades.


    En efecto, el ICANN funciona, hasta el momento, en base a un Consejo de Directores (Board of Directors) cuya conformación combina diversas formas de designación. Por un lado existen nueve Directores que son designados por tres de las organizaciones de apoyo (SO) del ICANN, y nueve Directores "At Large" (o "Globales" según algunas traducciones al castellano). Finalmente, como parte de los Directores está también el Presidente y CEO del ICANN, sumando de esa manera un número máximo de 19 Directores.


    Es evidente, sin embargo, que existe un alto peso de Directores que representan a Norteamérica en el seno del ICANN. También se ha advertido que muchos de estos representan a intereses corporativos.


    Como una forma de responder a estos principios de representación global (no solamente en términos espaciales, sino además de la diversidad de usuarios del Internet), el ICANN organizó en el año 2000 la elección de 5 miembros "At Large", correspondientes a 5 regiones geográficas.


    Dicha elección fue un ensayo de "democracia global", utilizando medios de votación en línea, que tuvo algunos desafíos y contratiempos tanto en el proceso de registro de los miembros "At Large" como en el proceso de votación mismo.


    Las condiciones básicas para poder participar como elector fueron las de tener una dirección de correo electrónico y una dirección postal (donde llegaba un identificador -PIN- que permitía activar la membresía).


    La respuesta al proceso fue mucho mayor de la que el ICANN esperaba, aunque hubieron muchos desbalances regionales e intra-regionales en cuanto a participación. En algunos casos, estas elecciones fueron planteadas como medición de fuerzas nacionales por parte de ciertos países, distorsionando de esta manera el espíritu de representación regional.


    A partir de este proceso, a pedido del ICANN se desarrollaron dos estudios para analizar las elecciones "At Large" y la participación del usuario individual y global en el ICANN.


    El primer estudio fue comisionado por el ICANN para estudiar y proponer alternativas de funcionamiento para la membresía "At Large"(5) , y el otro informe corresponde al "NGO and Academic ICANN Study - NAIS", orientado a analizar el proceso de elecciones "At Large" desde la perspectiva de la sociedad civil (ONGs y sectores académicos)(6).


    Ambos estudios concluyen en la conveniencia de reforzar la participación "At Large" en las estructuras del ICANN, y brindan algunas recomendaciones para lograrlo. Hacen notar, sin embargo, los desafíos que presentan las elecciones directas desde las perspectivas logísticas, financieras y de seguridad.


    4. Mas allá de estos problemas estructurales, también el ICANN parece demostrar problemas en su funcionamiento interno. Los procesos de toma de decisiones han sido cuestionados por su falta de transparencia y secretismo . Incluso, uno de sus Directores, Karl Auerbach, ha entablado una demanda al ICANN por no permitirle acceder en términos razonables a la información interna (principalmente financiera) de la organización.


    El proceso de toma de decisiones en el ICANN es complejo, y ha sido diseñado para ser conducido de abajo hacia arriba (bottom-up), basado en consensos, principalmente por parte de las organizaciones de apoyo (SO). Sin embargo, este proceso no siempre ha funcionado eficazmente, causando demoras o afectando la toma de decisión.


    Por otra parte, también se ha observado que el personal del ICANN, de mayoría estadounidense, tiene un control e influencia excesivos en las decisiones políticas del ICANN.


    5. Como una forma de responder a este funcionamiento deficiente del ICANN, en Febrero de este año su Presidente y CEO, Stuart Lynn, presentó una propuesta de reforma bajo el nombre de "ICANN - the case for reform". En dicha propuesta se destacan las dificultades que los procesos de consenso han tenido dentro del ICANN, señalando que los mismos le han restado "efectividad" a la organización y han empantanado muchas decisiones. La propuesta también plantea reestructurar la conformación del Directorio del ICANN, incluyendo representación gubernamental directa y reduciendo la representación "At Large". Específicamente se eliminan las elecciones directas de miembros del Directorio.


    Contrario a la máxima que plantea que los problemas de la democracia se resuelven con mayor democracia, la propuesta de Lynn ofrecía una medicina que priorizaba los resultados a los procesos.


    A partir de la reunión del ICANN en Accra, en Marzo pasado, se estableció una Comisión encargada de afinar la propuesta de reforma ( Committee on ICANN Evolution and Reform) , y paralelamente se abrió un proceso de consulta sobre la misma(7). Cabe señalar, sin embargo, que de manera consecuente con sus principios fundacionales, la reunión de Accra terminó con una resolución para que el ICANN se dote de un mecanismo sólido que garantice la participación At Large(8).

    A partir de estas consultas y de su trabajo propio, la Comisión de reforma elaboró el denominado "Blueprint", que consiste en una serie de recomendaciones a ser adoptadas por parte del Directorio del ICANN para llevar adelante el proceso de reforma. Sin embargo, de manera curiosa, la Comisión olvidó completamente la resolución de Accra (señalada anteriormente) y no incluía ningún mecanismo para que la participación de la membresía At Large sea efectiva en la nueva estructura del ICANN.

    Finalmente, durante la reciente reunión del ICANN en Bucarest, el Blueprint fue aprobado, aunque, como un precario resultado del cabildeo y presión de los grupos interesados, fue incluida la recomendación de que sea creado un Comité Consultivo de At Large (At Large Advisory Committee -ALAC), aunque sin ningún poder de decisión al interior de la organización(9) y confirmando la eliminación de las elecciones directas. La aspiración de la sociedad civil global, que buscaba asegurar una representación efectiva de los más de 400 millones de usuarios que se estima tiene el Internet actualmente(10) , no logró su objetivo.


    6. La membresía At Large se ha propuesto fortalecer su organización, como una forma de demostrar al ICANN el peso específico que los usuarios del Internet tienen y, eventualmente, abrir un espacio mayor a su participación y decisión al interior del ICANN. Mientras tanto, unas nuevas elecciones para la organización del At Large están a las puertas , y permitirán evaluar la madurez que esta, aún nueva, organización de usuarios está alcanzado.


    Sin embargo, la historia parece repetirse: involucrados en estos procesos de participación y seguimiento a los asuntos del ICANN y del ejercicio de la ciudadanía global (At Large), parece que están solamente un limitado grupo de personas y organizaciones, particularmente de los Estados Unidos y Europa. Por exclusión, los usuarios del sur y que no hablan Inglés parece que continuarán marginados de estos procesos. Pero no solamente ellos: principalmente quienes, por razones de la brecha socio-digital, aún no son usuarios del Internet, resultan ser los convidados de piedra de un proceso en el cual no tienen la más mínima oportunidad de incidir con el objeto de promover que sus intereses sean tomados en cuenta al momento de la definición de políticas que afectan el funcionamiento de la Red. Es el equivalente a dejar sin opción de voz y voto al peatón cuando se quiere organizar el tráfico vehicular en una ciudad.


    Es por lo tanto la sociedad civil, organizada no exclusivamente en torno a actividades vinculadas a la Red(11), a quien le corresponde promover, participar e incidir en instancias como el ICANN con el objeto de asegurar que los derechos e intereses del ciudadano común, incluidos los de aquellos aun no usuarios del Internet, sean debidamente tomados en cuenta.


    * Roberto Ruggiero é sociólogo.


    Este artigo foi publicado originalmente no boletim do projeto "Monitor de Políticas de TIC en América Latina y El Caribe", da APC





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