A poco más de 48 horas del cierre oficial de la cumbre sobre cambio climático que se desarrolla en la ciudad de Cancún, México, encontrar un acuerdo entre las estados Partes está cada vez más lejos, y el tímido optimismo oficial del “Cancún Can”(Cancún puede) se puede convertir en un “Cancún-haguen”, con lo que se repetiría el fracaso de la cumbre danesa.“No vamos a firmar ningún acuerdo”. Esta son las palabras más pronunciadas en Cancún. Por diferentes razones, muchas veces opuestas, pero la mayoría de los países reunidos en la Cumbre del Clima de la ONU parecen más de acuerdo en esto que en otro tema. Expertos climáticos indicaron que no se están produciendo los progresos mínimos sobre los compromisos del Protocolo de Kyoto en el que los países ricos, principales contaminantes, se habían comprometido a reducir las emisiones de gases. El Protocolo de Kyoto representa un tema prioritario en la cumbre, sobre todo para los países en desarrollo, que ven en este documento el único que tiene compromisos vinculantes. Y por otro lado no hay avances significativos en otros aspectos que se refieren a un acuerdo de largo plazo, porque si los países más contaminantes no se comprometen a un post-Kioto, otros acuerdos no tienen sentido. Es como un gato que se muerde la cola.La impresión dominante entre los negociadores es que los estados Partes simplemente volverán a agregar sus opciones en los textos. Los delegados que asistieron al grupo de redacción sobre “variados enfoques a la mitigación, incluyendo mecanismos de mercado”, señalaron que están cerca de llegar a un punto muerto, y otro grupo de delegados que salían de las discusiones sobre tecnologías sostuvieron que estaban “frustrados”.La preocupación es que el proceso se vea empantanado por “la actitud de que no se avanzará en ningún tema mientras no se avance sobre todos” y algunos ya están empezando a analizar los escenarios de los “planes b”. Algunos negociadores trabajan en estrategias para garantizar que si no se puede llegar a una decisión comprehensiva, al menos se pueda llegar a un acuerdo más simple para avanzar en la REDD+, que sirva como base para las actividades en curso en numerosos países en desarrollo.En la inauguración del Segmento de Alto Nivel de la Cumbre la Secretaria Ejecutiva de la cumbre climática, Cristina Figueres, hizo hincapié en que las Partes se encuentran en una “etapa crucial” y les instó a hacer a un lado los intereses nacionales de corto plazo con el fin de “lograr que el proceso sea puesto nuevamente en marcha”. Instó a la “conciliación” en cuestiones clave y señaló que al no llegar a un onsenso en Cancún se pone en peligro el bienestar de todos los países alargo plazo. Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, subrayó que no es necesario lograr un acuerdo perfecto en Cancún, pero que es indispensable avanzar en todos los frentes. “Se pueden tomar decisiones importantes en temas de forestación, adaptación, tecnología y en la creación de un nuevo fondo para la financiación a largo plazo de asuntos climáticos”, dijo Ban. Recordó que la comunidad internacional todavía no está a la altura del desafío que el fenómenopresenta e indicó que la naturaleza no esperará a que terminen las negociaciones. “La estabilidad de la economía mundial, el bienestar de sus ciudadanos, la salud de nuestro planeta, todo esto y más depende de ustedes”, concluyó el Secretario General.Por otro lado, este martes los movimientos sociales marcharon desde el centro de Cancún hacia la sede oficial de la Conferencia bajo los lemas "No a REDD" y "Sí a Cochabamba".Varios activistas sociales defendieron la agricultura campesina como mecanismo de enfriar el planeta, en igual sentido se expresó Karin Nansen, vicepresidenta de Amigos de la Tierra, quien dijo que "las propuestas deben salir de los pueblos. Rechazamos el comercio de carbono porque es la mercantilización de la naturaleza, que es en lo que se está avanzando en estos foros".La Vía Campesina, la Red Indígena del Medio Ambiente, Amigos de la Tierra Internacional y representantes de gobiernos de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron las falsas soluciones y acuerdos secretos impulsados en las negociaciones. Llamaron a movilizaciones y acciones en todo el mundo para impulsar las soluciones a la crisis climática que se basen en los conocimientos indígenas tradicionales, en las prácticas de las comunidades, los derechos humanos y los derechos de la naturaleza. “Si el incremento en la temperatura aceptado es de cuatro grados, como lo estamos viendo en las negociaciones ahora, vamos a ver morir a cientos de miles de personas. Cada año, 300.000 personas mueren en desastres naturales causados por el cambio climático. Esto crecerá a millones si no logramos aquí, un acuerdo real, en lugar de un Cancún-hagen”, afirmó Pablo Solón, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas.Delegados indígenas presentes en la Cumbre sobre cambio climático plantean que los gobiernos incorporen algunos planteamientos de la Declaración Universal sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en los textos finales de negociación. “Sin la incorporación de sus derechos, la cumbre será considerada un rotundo fracaso para la humanidad”, sostuvieron algunos representantes indígenas. Por: Elvira Corona es periodista italiana.Fonte ALAI AMLATINA, 08/12/2010http://alainet.org
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